PVC es uno de los plásticos más utilizados a nivel mundial. No hay otro termoplástico que ofrezca una gama tan amplia de aplicaciones y haya sido a su vez investigado tan minuciosamente como el PVC.
Cloruro de polivinilo se produce mediante la polimerización de cloruro de vinilo. Las materias primas para la fabricación de cloruro de vinilo son el cloro y el etileno (gas obtenido en la destilación del petróleo). El cloro se gana de la sal común (cloruro de sodio), ya sea de sal de roca o sal marina.
Para poder producir un compuesto específico de PVC se le añaden a éste diferentes aditivos tales como estabilizantes térmicos, agentes antiestáticos, rellenantes o cargas (generalmente de base mineral), lubricantes, modificadores de impacto y en el caso del PVC blando principalmente plastificantes. Las propiedades del PVC blando están determinadas en su mayor parte por el plastificante utilizado.
El PVC es fácil de teñir y en general, en función del contenido de plastificante es flexible en un rango de -10 ° C a -20 ° C. Los plastificantes añadidos para los compuestos de PVC a utilizarse en aplicaciones en el sector alimentario cumplen con las más estrictas regulaciones. A temperatura ambiente el PVC blando es resistente a las bases y ácidos, así como también a muchos disolventes orgánicos.